Al firmar la flamante legislación, Christie señaló que los beneficios económicos de la medida habían sido cuidadosamente analizados frente a los riesgos de “adicción y corrupción”.
La medida se considera un apoyo de las autoridades estatales a los casinos de Atlantic City, la ciudad del juego de Nueva Jersey, donde varios de sus principales casinos afrontan una delicada situación financiera, según han informado durante los últimos días los medios locales.
Nueva Jersey es el tercer estado de EE.UU. que legaliza el juego online, tras Nevada y Delaware, pero siempre dentro de sus fronteras, con el objetivo de evitar conflictos legales con los estados donde está prohibido.
El texto final del proyecto de ley aprobado aumenta los impuestos previstos inicialmente, y establece un período de prueba de 10 años.